Respirar correctamente es extremadamente importante al cantar, porque el aire que se exhala trabaja con las cuerdas vocales para crear una nota. La respiración correcta utiliza los músculos en la parte baja del abdomen y permite que la voz tenga fuerza, agilidad y finura. Esta área es la que debe realizar la presión y fuerza y no los delicados músculos de la garganta. Resulta bastante obvio que si tenemos un tremendo músculo que puede hacerlo (el diafragma), no tiene sentido poner todo el trabajo en los músculos de la garganta.
Hay una gran ventaja: tu cuerpo ya sabe cómo respirar. Lo único que tienes que hacer es relajarte y cooperar. La inhalación relajada y profunda de aire que se hace durante un suspiro es exactamente lo que buscamos para introducir el aire a los pulmones a la hora de cantar. La inhalación debe activar los músculos de la región abdominal inferior.
El proceso normal de respirar comienza cuando el cerebro envía el mensaje al sistema respiratorio solicitando oxígeno. El diafragma, una capa de músculo bastante grande y abombada que separa la cavidad abdominal de la cavidad pectoral está justamente debajo de los pulmones y les ayuda en la actividad de respirar.
Una vez que se inhala, el diafragma baja y los músculos costales levantan la caja toráxica. Esto hace que dicha cavidad se agrande creando vacío en los pulmones, los cuales se expanden al llenarse de aire. Luego en la exhalación el diafragma vuelve a su posición inicial y los músculos costales se relajan, ayudando a los pulmones a expulsar el aire.
Afortunadamente, el diafragma es un músculo involuntario y todo el tiempo tendríamos que recordar que tenemos que respirar.
Cuando el aire pasa por la boca o la nariz al ser inhalado pasa por la tráquea. La tráquea se divide al llegar a los pulmones en dos bronquios, uno por cada pulmón (puedes ver el diagrama) que después se vuelve a dividir formando miles de pequeños bronquiolos.
Los pulmones están hechos de un tejido esponjoso. Su propósito fundamental es proveer a la sangre con oxígeno al inhalar y expeler el dióxido de carbono al exhalar.
Es muy importante que la garganta esté relajada, dejando abierto el canal por el cual el aire debe fluir. Si la garganta no está relajada, el aire no podrá viajar adecuadamente y podría causarse un daño a las cuerdas vocales.
Continuaremos con este tema en el próximo post.
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